martes, 24 de noviembre de 2015

Sin duda, Gramsci, superó a Lenin







Sin duda, Gramsci, superó a Lenin, el gran táctico de la revolución. Aunque reproduce parte de los principios estratégicos de Lenin, lo supera en un área incuestionable: la guerra ideológica llevada al campo de la cultura. Este hombre creador de la guerra de posiciones y de un poder hegemónico capaz de hacerse con el control social y cultural antes que el control político, es en suma, el responsable de que las puertas del infierno se hayan abierto por medio de la política cultural del neomarxismo. Se puede definir su estrategia como una extrapolación de la guerra total militar de la segunda guerra mundial, a una guerra total en la "sociedad civil". Si Lenin señala por su parte, que "en política quien tiene razón no es aquel que obtiene más votos, sino aquel que lanza más fuerzas al combate"; por su lado Gramnsci se encarga de darle una nueva naturaleza y un nuevo carácter a esas fuerzas políticas: todo lo contranatural y todo lo contrario al catolicismo debe ser arrojado al combate. Es así, que en forma natural el satanismo emerge como una fuerza absolutamente no nueva, porque siempre ha sido el trasfondo que ha impulsado a la revolución en la "praxis", aunque la "teoría" para muchos ingenuos sea lo "social", sino como "fin" hacia el que se encaminan todas las cosas. Que esto lo sepan los escépticos, ateos, agnósticos, comunistas, socialistas, ácratas anti Iglesia católica y tontos útiles y resentidos de toda relea que militan en las filas de la revolución, que ni siquiera creen en el mal como una realidad espiritual, tangible, comprobable y personificado en un ser; carece de importancia. Lo cierto, es que la realidad subyacente en la teoría y práctica revolucionaria neosocialista es innegablemente demonológica. ¿como podemos demostrar esta aseveración? La comprobación más simple es por medio de un criterio moral. No obstante, lo complejo de esta realidad estriba en que se han añadido un sinnúmero de categorías que escapan a este juicio moral primario: Mencionemos al menos dos factores para el análisis: el feísmo y su consecuente indiferentismo que anula las premisas formales del bien y del mal y que modifica por tanto, las representaciones ideográficas del mal y anula en última instancia, las diferencias que resuelven o que presentan mejor dicho, para que sean asumidas de acuerdo a su naturaleza, las categorías binarias de bien y mal. Que dicho sea de paso, son las únicas categorías mediante las cuales se resuelve la vida, en su origen, valor y finalidad. Pongamos esto en buen español: desde los ochenta los niños juegan con monos feos, ejemplo clásico, el álbum basuritas. Pero desde esa fecha a este tiempo los "monos feos" han dado paso simplemente a figuras indudablemente demonológicas con las cuales los niños "juegan": ejemplo moderno: las moster high. Y aquí entramos al otro factor para el análisis que queremos mencionar: la simbología. En efecto, por ejemplo, en las muñecas moster high, una de ellas tiene en su ojo la estrella de cinco puntas. Y allí tenemos ya dos símbolos demonológicos: el ojo que todo lo ve, la omnipresencia del mal y la estrella de bamhotep. Otra muñeca por su parte se lleva los dedos a la sien, en un claro gesto que es el símbolo del suicidio. Los suicidas que abundan como ejemplo de vida en los ídolos de la juventud moderna, son por su parte "los mártires del demonio".
Los ejemplos que podríamos entregar son muchos. y en su mayoría son referidos a niños y jóvenes. No obstante, para ser más rigurosos, debemos señalar que la demonología no se presenta sólo con los caracteres tradicionales mediante los cuales las personas la asocian al mal, por ejemplo la magia negra. Sino que como parte de una racionalidad y lógica acorde no solo a su utilización ideológica sino a su propia naturaleza, se manifiesta en tres grandes áreas:
el satanismo se divide en dos grandes ejes.
1.- en primer lugar como práctica religiosa en cuanto a manifestaciones formales de la misma. Es decir, ritos, creencias y símbolos.
2.- Como práctica propia de una cosmovisión distinta de la cristiana, en donde opera una teoría del conocimiento que remite el "ser" y la vida como originados fuera de Dios. Es decir, nada se explica a partir de un Ser eterno, necesario e inmutable. Y por tanto, nada puede ser relacionado a El como fuente, origen y causa formal y eficiente de todo lo que existe. Además, nada puede estar sujeto a una realidad sobrenatural distinta de la que vive el hombre, que se transforma, paradojalmente de esta forma, en la realidad suprema de todas las cosas. He aquí operando el engaño luciferino: "sereis como dioses".
3.- Y finalmente tenemos la demonología propiamente tal, esto es, la aparición y la promoción del demonio como el "nuevo dios"... el verdadero dios que trae la luz y la liberación al hombre.
¿que importancia tiene o que rol juega la revolución en el avance y la consolidación de la demonología en estas tres áreas señaladas?.
La importancia estriba en que por fin, mediante la teoría y la práctica revolucionarias de este nuevo modelo conocido como neosocialismo, se han caído todas las caretas y lo que antes no aparecía tan claro hoy día es nítido. Se trabaja ideológicamente para construir un mundo hecho a la medida del anticristo. es así que los símbolos han ido evolucionando ha medida que el avance de la revolución lo ha requerido. A cada consolidación de un estadio revolucionario, se manifiesta un nuevo estado de demonología con sus símbolos correspondientes. Un último ejemplo para graficar esta afirmación.
Dentro de la serie de símbolos que corresponden a cada área de las tres señaladas, está por ejemplo la espiral. La espiral, que simboliza a la materia eterna e increada y al materialismo inmanente, forma parte de estos símbolos que no son referidos a la formalidad religiosa satánica, sino a la cosmovisión señalada como distinta de la cristiana; creadora y trascendente. y de allí ha evolucionado a la representación simplemente de la figura del demonio: la serpiente enrollada. Y esto nos llena a un último factor que surge para el análisis: la convergencia de los símbolos. Pero que en cuanto tal, es decir, convergencia hacia la que fluyen lo que los símbolos representan: esto es, un estado espiritual determinado no por la fe en Dios, sino por la presencia del demonio como inspirador de una nueva fe y señor del mundo.
Seamos gráficos como lo requiere el tema. Esta es la bandera de la UNASUR, la nueva organización que sepultará a la OEA. En ella vemos la convergencia de al menos cinco símbolos demonológicos.
1.- el circulo que da inicio a la espiral. Figura cabalista sobre la cual se realizan todos los rituales de invocación al demonio.
2.- el mismo círculo que representa a la luna llena que es el día propicio para hacer estas invocaciones.
3.- la espiral que surge de este círculo y que como ya señalamos representa a la figura del demonio. La serpiente enrollada.
4.- El número 6 que está implícito en la espiral. Contando desde el círculo, 6 trazos curvos forman la espiral.
5.- El color azul. El color azul es uno de los símbolos más desconocidos de la demonología: es el color preferido del demonio.
si queremos ser más incisivos, podemos señalar que en conjunto como esta bandera es representación de la "rebelión moderna" contra Dios bajo la forma de la renovación marxista, tenemos 6 símbolos... en un símbolo.
Señalemos como último dato, que la UNASUR está estructurada íntegramente en consejos, es decir, SOVIET.

Visto en el Facebook de Jose Luis Uribe Fritz

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